A veces es mejor todo olvidarlo
y comenzar de cero a ver la vida
como algo natural, una partida,
un mal amor que debes alejarlo.
Un beso inesperado que al lograrlo
hasta las nubes te alza de alegría
comprobando que solo era falsía
porque otro no pudiste saborearlo.
Un dolor que cala el sentimiento.
La mentira que no acepta, lo siento
porque te ha roto de plano el corazón.
Hay que olvidarlo todo y perdonar.
Es preferible para siempre arrancar
de nuestras vidas el virus del rencor.
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