En los confines del amor un día
me quise refugiar tranquilamente
y viajé de Oriente hasta Occidente
queriendo hallar en el, paz y armonía.
Se interpuso en el viaje la ironía,
los celos, y el dolor que representan
desafiar tras el amor esas tormentas,
que en los confines te azotan todavía.
Regresé de ese viaje infructuoso
al final conseguí ese reposo
que en los confines jamás encontré.
Puse pies en la tierra me hice fuerte
aprendí a navegar contra corrientes
y aceptar el amor, que perfecto no es.
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