Porque jamás fue tu amor sincero.
Porque nunca tuviste compasión.
Porque no te dolía el corazón,
cuando el mío sangraba por entero.
Porque tomaste otro derrotero
sin decirme siquiera que cambiabas
todo lo dulce y noble que te daba
por otro amor vulgar y traicionero.
Ahora vienes a mí, pues ni lo sueñes
prosigue tu camino, no te empeñes
en revivir de nuevo aquel amor.
Que yace sepultado en el olvido
y sobre su cadáver, hay un vivo,
que enciende mis noches de pasión.
|