A veces sin querer vivir la vida
he podido del todo disfrutarla.
Y aunque de momento es amarga
también hube gustado de su almíbar.
He disfrutado madrugadas vividas
bajo el manto del cielo estrellado.
Y he tenido la dicha que a mi lado
tuve siempre un amor que compartía.
Todas las emociones que mi alma
pudo experimentar y hoy día plasma
en mis versos, para que el mundo vea.
Que hay días sin querer vivir la vida
al máximo la vivo convencida,
que no es tan mala como a veces crea.
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