Pobre de los infieles, que castigo
han de llevar adentro de sus almas
porque suelen vivir sin tener calma
queriendo disfrutar lo prohibido.
Haciendo tanto mal a quien los ama
y a toda la familia por igual,
pues sus hijos le habrán de reprochar
que por ellos, la gente los señalan.
Los amigos que tanto los admiran
al enterarse de esa traición mezquina
juzgaran sus acciones y al final.
Ya no serán los mismos que ayer fueron
porque bien saben que no son sinceros
y algún día, los pueden traicionar.
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