Soy amiga del sol y sobrina del viento.
hermana de la luna, compañera del mar.
Alumna inseparable del gran maestro tiempo,
esposa del crepúsculo, y prima del rosal.
Soy madre de la aurora, madrina de las aves.
Prima hermana del día y suegra de la noche.
Me proclamaron tía los rudos vendavales,
y ahijada del lucero, que su luz más derroche.
Soy hija de Jesús y también soy su esclava.
Por su amor misionera y anhelo poder ser,
el bálsamo que alivie sus dolorosas llagas,
sin olvidar por ello ¡que solo soy mujer!
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