De nuevo Navidad toca a la puerta
cargada de paz y de ilusiones,
trayendo entre sus brazos bendiciones
junto al niño Jesús, que representa.
La paz y la alegría de su esencia
reviviendo en Belén su nacimiento
el más divino acontecimiento,
que poseemos en toda la existencia.
Alabemos al Niño Cristo Rey
con cánticos que lleguen a Belén
y se vista de gloria ese suceso.
¡Aleluya! al Niño idolatrado
El más puro, más grande y alabado
¡que ha existido en todo el universo!
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