Si vivo todavía, si todavía anhelo
si todavía sueño, si todavía estoy,
amparada en mi fe, buscando ese consuelo
que espero me cobije ¡muchas gracias Señor!
Si todavía espero confiada el nuevo día
que me haga sospechar que existe compasión
para esta pena inmensa que lleva el alma mía
entre cien mil zozobras ¡muchas gracias Señor!
Si todavía rezo mi rosario en las tardes,
si todavía ansío levantar mi oración
que llegue a tus oídos para así consolarme
y dar paz a mi vida ¡muchas gracias Señor!
Si todavía escribo poemas de dulzura
en medio del conflicto, ante la situación,
y me anima tu fe, trayéndome cordura
ante todas las pruebas ¡muchas gracias mi Dios!
|