Y yo lo amé a su tiempo, usted lo sabe.
Defendía ese amor contra marea y viento.
Y todo el gran amor que en esta vida cabe,
yo se lo daba a usted con alma y sentimiento.
Pero el amor se esfuma se escapa lentamente,
con hechos y palabras que enferman sus raíces.
Y aún sin darnos cuenta de momento fallece,
y entonces solo quedan de ese amor cicatrices.
Después tan solo existe un recuerdo, una idea,
de algo que fue bello pero que terminó.
Y aunque usted no lo acepte, aunque usted no lo crea,
eso precisamente con nuestro amor pasó.
Usted hoy día vive con experiencia y años.
Pasó su juventud y su vejez se acerca.
¿Por qué entonces pretende hacerme tanto daño,
queriendo retenerme, sin piedad y a la fuerza?
Usted es el crepúsculo que aunque es primoroso,
mi juventud desata los rayos de la aurora.
Usted quiere vivir sus años en reposo,
y yo soy un volcán con lava arrolladora.
Lo siento por usted, ya pasó mi locura,
y toda aquella magia que por usted sentía.
Déjeme disfrutar de las noches de luna,
junto a este nuevo amor que hoy alegra mis días.
El amor en la practica, no es como lo definen,
esos dulces poetas con sueños irreales.
Usted y yo señor, nunca iremos a fines,
existe una razón ¡diferencia de edades!
No quiero continuar dándole explicaciones,
usted por su experiencia me llegará a entender.
Me arrastra un dulce amor con nuevas emociones,
y nadie ha de impedirlo ¡incluyéndolo a usted¡
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