No se pierda tu mente en laberintos,
queriendo arreglar lo que no puedes,
mejor tú canaliza lo que anheles,
con el absoluta confianza de adquirirlo.
No cierres en tu andar ninguna puerta
que alguna vez se abrió para ayudarte,
tal vez de momento tropezaste
y de nuevo contemples que está abierta.
No desoigas la voz de tu conciencia
lucha para alcanzar la fortaleza
que necesitas ante el cruel agravio.
y no dejes jamás que el mal te anime
a perder la pureza que en tu alma vive,
y debes conservarla en un sagrario.
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