Que no muera en tu ser, esa esperanza
que siempre con amor guardas muy dentro,
si acaso así no fuera, ten confianza
que ella algún día correrá a tu encuentro.
Que no muera tu fe, unida a la esperanza,
obra siempre milagros bellos maravillosos,
porque con ellas dos, siempre se alcanza
todo lo que tú anhelas, unido a ese reposo.
Que siempre por caridad la misma vida
te obsequia por confiar en ellas dos.
Y si algún día su origen se te olvida,
te recuerdo que en ellas ¡vive Dios!
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