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¡Lo siento amor lo siento, créeme que lo siento!
Más si piensas causarle a mi alma tormentos,
es mejor que desvíes tu barca hacia otra mar.
Donde hayan tempestades y huracanados vientos.
Donde rujan las olas, y tiemblen los cimientos,
de esas horribles playas que tú anhelas cruzar.
En mí no hay nada de eso, en mí todo es dulzura,
porque he sufrido tanto que toda la amargura
que sobre mí arrojaron, mi perdón la cubrió
Y ahora no permito que vuelva esa locura,
de odio, de mentiras, de celos y aventuras,
pues también esa etapa mi dolor la cruzó.
¡Lo siento amor lo siento, créeme que lo siento!
Te juro por mi madre, que en realidad no miento,
pero es que aunque yo quiera, no lo puedo aceptar.
Desvía ahora tu barca, que hay millones de puertos,
y aunque el mío se cierre, y aunque el mío esté muerto,
¡hay un sin fin de ellos, donde puedas anclar!
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