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Que bonitos mi amor son tus ojos azules,
azules como el cielo, como el precioso mar.
Allí en su transparencia mirarme en ellos pude,
porque el mejor espejo, lo encuentro en tu mirar.
Que bellos, que divinos, cuando el sol de repente
asoma y tus ojos, brillan con su esplendor.
Observo que al mirarlos cambian alegremente,
con cientos de reflejos de distinto color.
Son azules lo se, pero estando en el campo,
a veces los contemplo verdes como esmeralda,
porque ya mi obsesión por ellos es real.
Y es que yo no podría vivir sin ese encanto
que recibo al mirarlos, brindándome esa calma,
que solo puede darme, tu celeste mirar.
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