No por favor, no intentes retenerme
somos el mar y el cielo e imposible
lograr que un día se unan de repente,
al no ser tan solo en lo visible.
Tú eres la tempestad que todo arrasa,
un barco sin timón a la deriva,
muy diferente a mí que soy balanza,
que se mueve al compás de su medida.
Tu esencia la conozco de manera,
que me obliga a decirte que me dejes.
He intentado cambiarte no pudiera,
por eso te suplico que te alejes.
|