Al fin volviste amor, te hube añorado,
sin obtener de ti una respuesta,
y aunque jamás llamé a tu puerta
yo se que tú me hubiste esperado.
Vuelves a mí arrepentido y desolado
pero no temas no voy a reprocharte,
y aunque un día de pronto te marchaste
hoy regresas, sin que te haya buscado.
El pasado que muera en la memoria
y vivamos dichosos nueva historia
de este amor por Dios privilegiado.
Que aún con mil dolores lastimeros,
retomó con ilusiones el sendero
que ayer perdimos y hoy recuperamos.
|