La magia de tu amor me fue envolviendo
y me dejé envolver en su ternura,
echándome a la espalda la amargura,
que yo viviera en antaño tiempo.
La magia de tu amor la llevo adentro,
y en mis ojos afluye sin que pueda,
contenerla ante todos, cuando llegas
con tu bella sonrisa a mi encuentro.
Ahí esa magia inunda mi existencia,
y yo dejo que aflore en tu presencia
y ante todos aquellos que allí están.
Porque yo anhelo compartir mi alegría
de esta bendita magia que me guía
hacia tus labios, en pos de tu besar.
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