Mi abuela siempre decía
y ahora comprendo por qué,
no trates con ironías
a quien te haga de comer.
Si con amor te alimenta
y su comida es genial,
de igual forma te revienta
si lo sueles maltratar.
Es moraleja y no cuento
pues llegando a conclusión,
es mejor cenar contento,
¡que morir de indigestión!
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