Desnudo frente a mí me sonreía,
yo acostada en mi lecho lo observaba
apuesto y varonil me enloquecía
su figura de hombre que yo ansiaba.
Pude captarlo bien, era distinto
había mezcla en él de niño grande
y a pesar que eran fuertes sus instintos,
me llenó de ternura como nadie.
Viví con él lo hermoso del instante,
y me dejó también esa experiencia
de saber terminar con un amante
cuando suele dolernos la conciencia.
Hoy te recuerdo desnudo y sonriente,
y teniendo a otro hombre en mi lecho tendido,
le diré que me siento enferma de repente,
porque hoy quisiera estar solamente contigo
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