La medida de Dios es muy precisa,
en el momento exacto sin locura ni prisa,
le otorga al que merece la justa precisión.
Por eso no me afano en imponer justicia
ante aquellos que un día con maldad y malicia
intentaron robarme la fe del corazón.
La medida de Dios es mi medida,
pues siendo yo su hija acepto de la vida
todas las amarguras sin albergar rencor.
Pues siempre habrá de darme esta sana alegría,
haciendo que recuerde que yo día tras día,
conozco y valoro.....la medida de Dios!!!
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