Ni pensarlo mi amor, que has de tratarme,
como si fuera yo, trapo de piso.
No pretendas a mí querer cobrarme,
esas traiciones que otro amor te hizo.
Ni pensarlo mi amor y esta advertencia,
estúdiala muy bien ante los hechos.
Que cada día me ofrece tu inconsciencia,
como si fuera yo tu esclava, sin derechos...
Y en realidad los tengo ¡bien ganados!
Pues soy mujer, como lo es tu madre.
Con privilegio de engendrar humanos,
y algunos como tú, irresponsables.
¡Ni pensarlo mi amor! que seas tan necio,
como para ignorar, estas verdades.
Si no entiendes de amor, tendrás desprecio,
y esta vez dividido, entre partes iguales.
|