¡Quién pudiera mi amor estar contigo!
Y que todos nos vieran por las calles,
caminar sonrientes, divertidos,
y que tú me aprisiones por el talle.
Ojalá que la vida nos premiara,
con el dulce deleite de la unión.
Y ante Dios poder juntos hacer gala,
de lo bello y grandioso de este amor.
No perdamos por Dios, esa confianza,
que en nosotros es más que primordial.
De este amor que aunque vive de esperanza,
a de llegar el día, que sea una realidad.
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