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El amor es más fuerte que el temor
cuando suena la alarma sísmica
y el galeno no abandona
ni un segundo su intervención.
El amor es más fuerte que el temor
cuando el bombero se enfrenta a las llamas
para salvar vidas humanas.
Cuando la policía, los soldados y marines
cumplen la misión
de proteger a sus semejantes
aunque reciban póstumo homenaje por su acción.
El amor es más fuerte que el temor
cuando van los misioneros a recónditos lugares
a enseñar la palabra del Supremo Hacedor.
El amor es más fuerte que el temor
al romper paradigmas en pro de la paz y la justicia,
conquistarse uno mismo
y otorgar el bálsamo del perdón.
El temor paraliza la acción,
se sospecha, se recela, se traiciona, se envidia,
se rompen lazos de sangre y de unión.
El amor es más fuerte que el temor
al conquistar el espacio exterior,
al innovar en la ciencia y tecnología,
al ser proactivo en la oficina
y superar de los jefes las expectativas.
El amor es más fuerte que el temor
cuando se recorre el sendero de la mano de Dios.
1 Corintios 13:4 …”el amor no tiene envidia, el amor no es jactancioso, no se envanece…”
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