M irándole bien, es una mujer menudita
A veces da la impresión de enorme fragilidad,
R asgos cual porcelana fina, delinean su rostro
I lustres sus apellidos, como ilustre su abolengo
A rtista de nacimiento, tiene prestigio en las letras.
D eja huella al escribir, crítica fiel, de los acontecimientos
E scucha, analiza, observa, precisa en su conclusión
L ibre de pensamiento desliza la pluma al viento.
S ocorro lleva en su nombre el sentido de la vida.
O rquídeas y rosas adornan los balcones de su hogar
C úmulo de amor y bendiciones llueven cuando camina
R isa, esperanza, unión, verdad y alegría, ella destila.
R egalos para el espíritu obsequia con su poesía
O ro y polvo de estrellas pisa a la orilla del mar.
M uestra de inmediato su amistad, con una sonrisa abierta
A nhela un mundo mejor, trabaja, lucha, persiste, actúa presta
E ntrega el corazón, el cristal de sus ideales, llega a la cumbre.
S inceridad, fuerza, ternura, simpatía y honor, revela a raudales
T esoros de su alma inquieta, emprendedora, versátil, soñadora
R adiante, iluminada por su fe reconoce a la blanca paloma
O lvida los sinsabores, los cambia por gratitud.
P rocura e impulsa el orden dispuesta a brindar ayuda,
A lerta, inteligente, aguda, valiente como ninguna.
Y a tiene la antorcha que guía cuando la obscuridad aparece
R ocía de ingenio y humor los momentos de dolor y angustia.
O rgullosos le saludan, sus hermanos, los poetas.
Acróstico realizado por la poeta
Azucena de los Ángeles Farías Hernández
y dedicado a GÉMINIS. Año 2013
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