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No seámos pesimistas
pensemos positivamente,
sintamos que la salud nos invade
y forma parte de nuestro ser,
los nervios, venas, arterias,
vasos capilares, sangre,
moléculas y células,
los tendones, músculos,
cartílagos, piel,
ojos, oídos, garganta,
corazón y pulmones,
estómago y vesícula,
bazo, pancreas e intestinos,
riñones y genitales,
médula espinal y columna vertebral,
todos y cada uno de nuestros huesos,
piel y cuero cabelludo,
pestañas, dientes, moléculas,
todo está en armonía y vibra
al compás de la energía,
somo la CHISPA DIVINA
del SUPREMO HACEDOR,
seámos humildes para agradecer
a nuestros órganos internos
su infita y gran labor,
trabajan sin descansar día y noche
y ni siquiera les damos una
caricia, una palabra de amor,
una palabra de agradecimiento,
recordemos a nuestra lengua
y a nuestro nervio óptico,
a nuestras glándulas,
a nuestra hermosa piel
y a nuestro cuero cabelludo,
demos todos los días
gracias al Señor
por este ser
que con infinito amor creó
e insufló su Aliento Divino,
hágamos a diario este ejercicio
y veámos como surge la salud
en nuestro cuerpo y mente.
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