Cada día es algo nuevo:
un desplante, o un insulto,
una histeria reprimida
descargada en el empleado
como válvula de escape
de esos seres arrogantes
que se dicen...
que se dicen Licenciados
con maestrías y doctorados.
Prepotencia acompañada
de delirio de PODER;
vienen de universidades,
mas surgidos de arrabal:
una verdadera lacra
para nuestra sociedad.
Mas de espíritu son pobres
y mediocres indeseables,
que no pueden digerir
ver a la gente feliz.
Son espíritus inmundos
y carentes de visión,
que se arrastran por la vida
creyéndose MARAVILLAS
y sólo tienen IN MENTE
la maldad y la corrupción.
Insuflado está el ambiente
de un aire contaminado:
con sus gritos prepotentes,
desplantes y groserías,
vituperios por doquier,
VÍBORAS que desahogan
y ventilan amarguras
AL LLEGAR A LA OFICINA.
OH, QUÉ LASTIMA DE JEFES.
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