Voy a hablar en voz baja
tan solo para mis adentros
que ni yo misma escuche
el loco latido de mi pecho.
Qué al Señor le pido
tan callada y en un lamento
que me permita seguir a su lado
aunque sea solo un sueño.
Un sueño maravilloso
en el que compartamos todo
lo bueno lo malo lo blanco
y lo negro.
Y si llego a dormir, no me
despierten dejenme soñando
aunque caiga en el abismo de
la inconsciencia.
No crean que he muerto
solo sueño que me pierdo con El, el el vasto universo.
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