Escondinendo la bondad
como ni~os traviezos
actuamos avergonzados
y los buenos actos ocultamos.
Como hombres actuamos y
de nuestras debilidades nos
avergonzamos.
Peo no hay que olvidar que
el tiempo es corto y la vida
aun mas, los a~os pasan
y por cierto no volveran.
Seamos nosotros mismos
dejemos fluir la bondad
olvidemos los rencores,
aprendamos de los errores
y tratemos de vivir en hermandad.
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