Quiero morir de cara al cielo
sin una larga agonía
que mi alma tranquila
emprenda el vuelo.
No escuchar ni lágrimas
ni sollozos, solo alegría
que mi muerte sea lenta
como el sol en la lejanía.
Quiero que mi tumba sea blanca
una blanca sepultura,
llena de rosas y jazmines.
Que este a flor de tierra
para poder sentir la lluvia
el calor del sol
y el agitado viento.
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