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Te encontré perdido en medio de
la noche oscura, caminabas silenciosamente
haciendo evocación de tu amada, de los
besos dados a unos labios fríos, mas allá
de los labios, mas allá del deseo,
caminabas pidiendo solo una noche tuya.
Y se estremeció la noche, herida por
un haz de luz ardiente, el terciopelo
de su voz se convirtió en eco de tu voz
gritando muerte amor y deseo,
Tal vez era necesario encontrar la
formula exacta, para conseguir el olvido
dejar el tiempo pasar, llenar la vida
con otro nombre, enterrar esos gestos
suyos despedazar los recuerdos uno a uno.
Seguir caminando en la noche oscura
sin lágrimas ni odios con las horas presas
de amor y lastimado orgullo, renunciar a
ese amor llamando con ansias la muerte.
Sin limites la noche te abrazo con su
sombra, seguiste caminando solo,
solo contigo mismo, perdiéndole en la
insondable negrura de la noche, olvidando
tu sombra y mi nombre ahí mismo.
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