En el negro fondo
de la mar revuelta
una perla blanca
ya despierta.
En la negra noche
de cielos aterciopelados
un lucero se asoma
sobre montes escarpados.
En los altos picos
de la montaña nevada
un arroyo de agua dulce
viene en bajada.
En los tristes montes
que fueron de verdes pinos
y ahora son tierras taladas.
Ahi esta la mano del hombre
la mano del hombre
que no respeta nada.
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