Con que velo cubriste
amor mis ojos, y es en vano
negar que te amo.
Y puedo decir que tengo
en mi puño el cielo y al
abrir la mano cuento las
estrellas.
Unida la luz a las sombras
la vida a la muerte, solo
me queda el caminio que tu
me marcas, al quererte con
el alma ciega y deseando
la muerte en tus brazos.
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