Mis pupilas te buscan
en el cielo distante
entre prados mares y montes.
Quiero ser tu último sueño
la espiga que nace,
el fruto maduro.
Mi canto viajando en el trino
de las aves, mi amor perfumado
de álabastro.
Te esperare toda la vida
de ser necesario, envuelta
en el ensueño, siempre
esperando.
Quiero tus caricias sin limites
tus labios posados en mis labios
tus manos acariciando mi cuerpo.
Tu alma y mi alma danzando
entre los astros.
|