El mar tranquilo lame
la dorada arena dejando
de espuma blanca una
angosta estela.
Caracoles y estrellitas
sus blancas manitas van
recojiendo, sus diminutas
pisadas la arena van vistiendo.
Las mejillas arreboladas
la piel tostada de sol
los ojos brillantes
que tierno candor.
Castillos de arena
y dorado sol, juega
mi niña bella, juega
con la arena la mar
y el sol.
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