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La mulata de Córdoba

La mulata de Córdoba (La leyenda)

Hace muchos años, en la época de la Inquisición y el Santo Oficio, vivía en la Ciudad de Córdoba una hermosa mujer, no tenía padre ni madre. Como estaba sola en el mundo, la llamaron Soledad. Tenemos que decir que era mulata, atestiguaba la unión entre dos razas.
Su extremada belleza la hizo blanco de acoso, volviéndola huraña. Las mujeres corrieron el rumor de que sabía de embrujos, magia y encantamientos.
Las autoridades del Santo Oficio y sus propios vecinos la espiaban para comprobar sus relaciones con el maligno, pero por el contrario la veían ir a misa, lo cual acallaba estos rumores.
Don Martín de Ocaña, alcalde de Córdoba, hombre entrado en años, ardía de pasión por la mulata, le confesó su amor y le prometió regalos y premios si le entregaba su cuerpo, pero la mulata lo rechazó. Un hombre desairado es el peor enemigo que pueda tener una mujer, mucho mas si se trata del alcalde de Córdoba, si la mujer vive en esta Ciudad, si es sola y por añadidura mulata.
El alcalde acusó a la mulata de bruja y de haberle dado un bebedizo para hacerle perder la razón. Fue apresada y el Santo Oficio la condenó a ser quemada en leña verde.
Soledad se pasó la noche en la prisión dibujando con un trozo de carbón un barco en la pared del calabozo y estaba tan bien hecho que el carcelero se quedó sorprendido de su aspecto tan real, por lo que Soledad le preguntó con una sonrisa ¿qué es lo que le falta esta embarcación?, andar, respondió el carcelero, pues mira como anda, dijo, subiéndose al barco, mientras el galeón desaparecía ante el asombrado carcelero.

(Adaptación de Marko Castillo)
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La mulata de Córdoba (El poema)

Mezcla de razas...
Como quemada de sol
Como bañada de luna
Esmeralda en los ojos
El pelo rizado...
De un negro profundo

En su boca de grana
Una franca sonrisa
Que a menudo le daba
Su innata alegría
Y en su cuerpo de diosa
La curva infinita
La cadencia y el ritmo
Que la herencia le dio...
A esta hermosa mulata


Sin padres ni hermanos
Apareció de repente
Como nacida del suelo
Como caída del cielo
Solo traía...
Su cuerpo y su sombra
Su innata alegría
Su sangre mezclada
El sol y la luna
La belleza en sus manos
Alrededor ...soledad
Y la gente...
Soledad le llamó

Por un simple desaire
Un hombrecillo
Que se dijo importante
Con insidia y mentira
Denunció un maleficio
La acusó de hechicera
Y a morir en la hoguera
Sentenció el Santo Oficio

Una imagen muy real
Su mano esbozó
De una barca en la mar
Y entre magia y leyenda
Navegando en la barca
A la mar escapó...
Se fue Soledad
Se fue como vino
Buscando un destino
A su gran soledad

Hay quien dice que aún
Como bañada de sol
Como bañada de luna
En el atrio de iglesia
O el Portal de Cevallos
Aparece fugaz...
Una bella mulata
Pelo...negro y rizado
Con el cuerpo de Diosa
Y los ojos...
De un verde esmeralda
Mas profundos que el mar

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Publicado el: 18-07-2008
Última modificación: 00-00-0000


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