Como un niño encuadernado
entre lloros dentro de un armario,
con sonrisas de orejas,
sin rencores ni discriminación.
A ese niño que se pierde
entre este hombre
con preocupaciones,
a ese niño con ilusiones
y sueños ininterrumpidos.
A este niño que se deja llevar,
y se esconde entre sueños.
Niño duerme.
Niño sueña.
Niño vive.
Niño ríe.
Niño vuelve con tu nueva mamá
que será tu esposa.
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