En Jalico lo común es lo sencillo,
así como lo exótico es lo sublime,
date una vuelta en Tonalá,
y conocerás el tejuino,
él olor a jarro, a tierra mojada,
y le darás color al polvo.
Ven por Tlaquepaque y un son despertará,
tu alma de trovador y griton,
a son de mariachi,
al olor del tequila,
a la sensibilidad del pellejo
en la birria.
Busca en Guadalajara la historia,
y el callejón del diablo
te enigmatizará,
el teatro Degollado dejará caer
las cadenas y será el fin del Mundo.
Claro todo desde Jalisco.
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