No tengo sueño,
no porque no quiera,
no porque no lo conciba.
No tengo sueño,
no porque estoy solo
y perturbe todo.
No tengo sueño,
no porque no sienta,
sino porque me abruma
la rutina,
porque se me va esta idea,
porque me veo en la incrucijada
de mi destino,
porque no quiero tomar decisiones,
porque quiero esperar.
No tengo sueño,
en realidad,
porque
me
lees
a
estas
horas
y
me
haces
despertar
enfrente de un espejo.
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