Ojos sin sueño,
tierra que entierra
una meláncolia, un sueño,
un deseo.
Ojos con deseo, de tus piernas que
languidecen en las mias,
dibujos en la mente,
estrecho en mi pecho
tu sensación
y te siento mía,
tu sabes que en esta espalda
se pasea tu escalofrío,
que en este clima se doblegan mis aires,
que siempre ganas,
porque ya me tienes.
Te miro
en mi cama de cesped,
y tu cabello revolotea
en mis ansías,
la esencia de trigo recorre tu cuello; lo pruebo y te dejo señales,
mi deseo de ponerte nombre,
y emites ese gesto que me devora,
que me envuelve, me desviste,
el romanticismo recorre mis nervios.
Exclamo que te amo.
Empezamos a volar, en este vapor
que nos abraza y nos eleva,
las mentes son torbellinos,
nuestros musculos se endurecen
y nuestros pechos quieren salirse
de nuestras palpitaciones,
que es la canción más dulce
en tus termómetros llamados labios.
Ojos en tu pechos,
más palpitación,
mis manos adquieren vida,
y te recorren como reacción inevitable,
tú cuerpo se retuerce con el mío,
y tus besos me dicen que me amas,
yo te respondo que tambien te amo,
y él ay no se deja esperar.
Al final, descansamos con caricias tiernas,
las pocas veces que abrí los ojos,
te recuerdo con ese gesto que me hizo tuyo.
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