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Anunciando un sin fin de vanidades,
niña conmigo; mujer sin mi,
eres caricia del viento cuando sonries,
eres estruendo de trueno cuando molesta,
te vas cambiando, con galopes,
con sentidos combinados,
eres mi vida cuando estoy contigo,
y eres mia cuando me desposeo de mi,
y te entrego todo lo que quiero darte,
eres mareas contestando,
eres la bruma apacible en un amanecer de playa,
el pelicano en tu vientre,
me dice mil historias de fantasmas,
entre las herrumbres de tu nombre,
volverás siendo epígrafe a mi tumba,
y siempre serás vórtice inacabable,
en estas aguas que discurren entre
pensamientos,
sentimientos,
y al final una lagrima que pinta
todo el oceáno.
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