Es control reventarme por dentro,
cuando tus figuras se desatan,
por tu respiración natural y en mi
hace un estrago y tú tan tranquila.
Yo estoy en este descontrol por esa tu figura,
por esos labios que claman por amo y ser esclavos,
en esa sonrisa natural que apenas dura,
y que yo trato de no clavar tanto mi mirada.
Descontrol por esta parálisis al ver tú andar,
por este vaivén de olas sin poderlas contener,
por este crepúsculo que se niega a ser mío
y por este despertar sabe a sueño.
Descontrol por ver tu simpleza y eso,
te hace deseable, jugosa, con ansías,
y devorarte, precipitarme, desgarrarme,
por todo lo que te llamas y representas.
Descontrol del desatino, inmerso de deseo,
todo eso te llamas, tal vez tu apellido
sea, lujuria, sueño húmedo e intranquilo,
y desesperación de verte tan inerte y tranquila.
Descontrol de pasos inciertos,
y de dudas reprochables,
de no saber lo que quiero,
en esta bastedad de tantas puertas,
llamadas amor, descontrol y control.
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