Dormir estrechando distancia, oler tu prenda
e imaginarte cerca,
caminar despacio cerrando los ojos
y sentirme solo
en el leve contacto del aire
que te eriza la sangre.
Buscar un instante en el tiempo
y recorrer sucesos del alma
tratando de recordar tu
gesto,
palabras,
sonrisas,
tu aroma
aquello que me vuelve insomne
animal del hombre
y me acerco
sabiéndome esclavo
sabiendo la atracción de cuerpos
la caricia del labio
ante el dominio de eros.
Despertar y la resaca
se vuelve fantasma
de todas las noches.
|