No necesito el tiempo para extrañarte,
para necesitar de tu voz en mi sueño,
para escapar con las estrellas y recordarte,
vacilar entre estar contigo sin ti y sentirte sin dueño.
No necesito del silencio para recordar tu voz,
y sortear mi suerte y lorar en voz baja
después de recordarte cada que te escribo con esta hoz,
y arrancar mi sangre de poeta cuando mi mano trabaja.
No necesito sentirme grande y saber,
que hago trabajos sencillos y comunes,
pero que me dan la satisfaciión de ser,
solo alguien más que no se complica la vida,
y sentir que nadie es inmune.
No necesito sentir mi piel erizada,
para saber que necesito una caricia,
para saber que necesito tu boca acicalada,
y de la compañía que haga perder toda conciencia.
No necesito de nada para extrañar,
porque ya te extraño,
y no necesito de nada para soñar.
No necesito de nada, solo de ti.
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