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Hoy te reencuentro en mis ojos cerrados,
hoy reencuentro mi paz,
hoy volví hacer en mi sangre los sagrados
ritos fusionantes de almas en mi faz.
Hoy...
Reencuentro en mi mitad de dolor
la confluencia de tus aguas,
tengo esencia y sabor
después de un trago amargo de fragancias.
Reencuentro mi razón desposeída
de demonios, que inyectaron el deseo
del pensar en prohibidos matrimonios,
ya sólo el clima del poema etéreo.
Ya sólo el subterfugio encontrado
ya sólo el enigma de tu piel,
ya sólo la suavidad de tu reverso alado,
ya sólo tus besos miel.
Estoy aquí aprisionado en tus suspiros,
muriendo aquí en mis ganas de tenerte,
en mis ganas de dibujarte en papiros,
y en mis versos enclaustrarte.
Eres sólo mía,
soy sólo tuyo,
hoy un nuevo día,
hoy no digo, -huyo.
Hoy te digo estoy aquí,
tan tuyo,
tan tuyo.
Porque estoy dentro de ti.
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