Invariablemente todavía hay algo,
en esos ojos tan profundos,
en ese enigma postergado
en cada parpadeo disfrazado.
Invariablemente se siente algo,
en cada palpitación entumecida
en cada variación de un sollozo,
en cada exaltación acaecida.
Invariablemente me siento mío,
aunque tú gobiernes en estas letras,
aunque tú respires en cada punto,
aunque fluyas en cada tinta.
Invariablemente falta algo,
falta sentirme vivo en esta carne,
falta que te unas a mí, en cada bocanada,
falta que existas por mí, así como si nada.
Invariablemente falta que el destino,
me lleve de la mano a tu mano,
y que en tú piel respire,
y salga exhalado, cuando un beso me fulmine.
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