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Gracias por emerger de las sombras,
gracias por devolvernos la voz
que apenas encogida por la timidez
subyace en un verso apenas visitado,
pero que para nosotros es la procreación
más sublime, y nos hace sentirnos vivos.
Gracias por la dicha de ser lienzo a nuestras ideas,
por ser espacio a nuestros ojos,
por ser eco de nuestras letras tristes.
Gracias por levantarte del polvo,
somos mayoría en tu regazo
nadie que circunde la atmósfera
podrá aplacar a poetas del corazón,
Portal ventana literaria
en el cual nos asomamos,
eres confidente a nuestros sueños,
generador de semilleros,
alumbramiento a nuestras mentes,
eres esencia dormida si no existes
eres marasmo estancado si no cohabitas,
eres simplemente una vela a nuestro
corazón que no para de hablar.
Aquí mis lágrimas se tornaron júbilo,
aquí mis risas son carcajadas,
aquí mi esencia se degusta en cada palabra
pronunciada.
Y en cada seguimiento de pupila
la penumbra la vestimos de colores
y de mucha luz en nuestras aguas,
en la profundidad y vastedad
de ideas entretejidas,
que convertimos en hijos al verlos
en una pantalla.
Gracias por permitirnos ser padres
de innumerable descendencia.
Y permitir que crezca nuestra letra,
y hacer que se oigan como truenos
nuestros versos disgregados en el viento.
Gracias por estar de regreso,
del lugar que nunca debiste
haberte ido.
Gracias BLANCA.
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