Setenta veces siete
te pediría perdón,
aunque no estuvieras
en todas
y ni quisieras decir que sí.
Hábitos es lo que hace falta.
Hoy no es la excepción.
Setenta veces siete
pienso en lo ocurrido
y creo que ya he pagado
con mi ausencia
es tiempo que de las cenizas
resucite para empezar la
cuenta.
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