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Mala costumbre la nuestra de contar el tiempo,
pero si no fuera por tan justa medida,
si no fuera por tan colosal invento,
no tendríamos hora de llegada ni partida.
Contaba hasta hace poco las horas para verte,
te has marchado y no tienes retorno,
te tengo en mi corazón y mente,
estás toda tú en mi entorno.
En tu espacio no cuentan las horas,
no hay tiempo que puedas medir,
no te preocupes y el cielo explora,
¡qué dicha con Dios estar y vivir!
Horas y horas, tu ausencia es mi sentir,
de qué me sirven las horas
si tus cariños y mimos ya no puedo sentir,
horas y horas, tristes de mi ahora.
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