Me tomas en tus brazos
y me sumerjo en ellos
en esa natural confianza
que dá el saberse eterno.
Y juntos contemplamos
un atardecer de ensueños
y una sutil sonrisa asoma en tu caricia
y de mis labios surge un vuelco de alegría.
Me tomas en tus brazos
y sin decir vivimos
la dicha de estar juntos noche y día.
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