cuando las horas van medrando
y la mirada se estrella en los cristales
sin alcanzar nada
cuando en la calle no hay recuerdos a la mano
y en la mano no hay un cordón para atajarlos
sólo queda esperar
esperar que el tiempo pase y pase pronto
hasta que las horas vayan abundando
y la mirada logre traspasar las soledades
sin encontrar más
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