en ese territorio que habita lo desconocido
donde se habla inutilmente del amor
la voz no es más que un simple eco solitario
que llega del pacífico y vuelve al atlántico
en un viaje infinito que crece al caer la tarde
cuántos milagros se esperan creyendo que se ama
cuántas esperas se siguen esperando y se esperarán
porque sin ellas no existiría el futuro
cuando se vive la soledad de poro a poro